Reflexiones acerca de la familia
Estas refelexciones van repasando los distntios aspectos que dan cuenta de la función fundamental que tiene la familia. ¿Que es lo que una familia transmite para que estos vínculos de alianza sean los que organizan la vida mental? Curiosa transmisión que se realiza también desde un lugar de desconocimiento porque "los padres nacen con los hijos", no se sabe de ello previamente, además las marcas de las historias, muchas veces desconocidas para los mismos progenitores "se despiertan inesperadamente con el llanto de los niños".
La reflexión sobre el tema de la familia debería ser fácil, después de todo es una experiencia compartida en la sociedad. Pero no es así. La familia es precisamente la institución que dice respecto a nosotros: quién somos, quién deseamos ser, lo que rechazamos, nuestras posibilidades, imposibilidades y frustraciones. Cada uno de nosotros tiene una representación de lo que es una familia, pero en general, ella es el seno donde se generan los significados, el horizonte de referencias, el ambiente de cuidar y de ser cuidado. El nombre y los apellidos resultan importantes en sus especificidades y fundamentales en su combinación. El nombre trae lo que es nuevo y original, lo que es propio de cada uno. El apellido a su vez proporciona la sensación de permanencia, de referencia a la familia y de la tradición. ¿Qué sería de nosotros sin un nombre propio? No podríamos deambular sin referencias a una historia, a los mitos, a los ejemplos, a los exitos y fracasos que transmiten. El entorno familiar ofrece la posibilidad al individuo de nacer, pertenecer, identificarse y diferenciarse; o sea es la institución que ofrece los fundamentos de la constitución del ser humano. El grupo familiar es el gran fundador de la subjetividad, a la vez que es en los vínculos de alianza que se otorga la organización de la vida mental. La familia se plantea como un intermediario entre el individuo y la cultura, posibilitando la protección social y la preparación para la vida comunitaria de sus miembros. Su función de referencia es esencial para la vida psíquica, ya que por un lado proporciona la seguridad, la continencia, la protección y la estabilidad y por otro lado proporciona la apertura al mundo y la singularidad del otro. Tradición, cuidado, referencia, apoyo y singularidad son palabras fundamentales para se definir la familia. Los padres nacen con los hijos, esta frase tiene consecuencias muy importantes: los padres solamente aprenden a ser padres después de que ya lo son; y ser padre/madre de un niño es completamente diferente a ser padre/madre de un otro niño. De esta forma, la falta de preparación y experiencia es situación propicia para una fuerte inseguridad y posibles errores. Como dicen, “los niños deberían venir con las instrucciones de funcionamiento”, porque es difícil saber cuáles son las necesidades de cada uno y lo es aún más tratar de satisfacer las de ellos. Ninguna familia es perfecta, porque las personas no son perfectas. Cada familia tiene en su constitución personas que a su vez, vienen de familias con sus proprios puntos ciegos. La familia es traspasada por conflictos, por esas dinámicas de relaciones complicadas y sus miembros, con dificultades particulares, comparten el mismo espacio. Las personas se agrupan, ya que necesitan a los otros para constituirse como sujetos, para crecer, sobrevivir, ser parte de la cultura, enfrentar las dificultades, y para poder vivir como seres humanos. Cada miembro aportará historias personales, los mitos familiares, las limitaciones internas, proyectos, expectativas, o sea, muchos elementos que deben ser conciliados para que se tenga un mínimo de armonía. La capacidad de amar, cuidar, comprender no es igual para todas las personas: las heridas de la vida de los padres se despiertan con el llanto de los niños. Las condiciones socio-económicas de Latino-América son precarias, lo sabemos, pero no es sólo eso. Muchos padres reviven con los hijos sus fracasos, sus historias, sus marcas, dificultando el amparo. No pueden cuidar, no fueron cuidados. Cada miembro aportará historias personales, los mitos familiares, las limitaciones internas, proyectos, expectativas, o sea, muchos elementos que deben ser conciliados para que se tenga un mínimo de armonía. La capacidad de amar, cuidar, comprender no es igual para todas las personas: las heridas de la vida de los padres se despiertan con el llanto de los niños. Los dolores profundos no se van
simplemente con nuevas uniones, sino al contrario, prevalecen de forma permanente y exhaustiva en la convivencia de la familia buscando oportunidad para seren reparadas. Una serie de cuestiones familiares no logran a encontrar el espacio para presentarse de formas más saludables. Los no-dichos familiares pueden producir efectos peculiares en la sujetivación de los niños y adolescentes. Cuando estas cuestiones son ignoradas hacen síntomas y los niños enfermos son referidos al tratamiento psicologico. Paciente identificado es el nombre técnico de esta situación, en la que el miembro enfermo garantiza los otros miembros sanos, o sea, el niño toma para sí el síntoma de la familia. En tales casos, la función del analista es ayudarlos a construir sus propios síntomas. Por lo tanto, no hay un solo discurso para ser escuchado, tampoco hay solamente una palabra a ser dicha, y mucho menos hay una sola demanda.. El analista debe siempre preguntarse sobre el síntoma del niño y sobre lo que esto representa en la estructura familiar. Esta tarea es extremadamente difícil, en la medida en que la metáfora de la enfermedad preserva la institución familiar con sus fantasmas, mitos y secretos. El paciente tendrá el desafío de redescubrirse en la continuidad de su historia familiar y ser capaz de seguir a su camino. Los grupos familiares traen consigo muchas dificultades relativas a la organización de los roles y a los propios miembros con cicatrices antiguas. Sin embargo, si las familias fuesen instituciones perfectas en sí mismas, ningún miembro buscaría salir de la casa y formar su propia familia. Las familias que se encierran son muy problemáticas e incestuosas. La familia es una construcción social y sus posibilidades de configuración varían de acuerdo con los diferentes contextos sociales y momentos históricos. En las últimas décadas, acompañamos cambios importantes relacionados con los modelos educativos, con la función, relación y estructura familiar. La enorme cantidad de arreglos familiares posibles plantea importantes cuestiones a ser examinadas por profesionales de diferentes disciplinas como la psicología y el campo de las leyes. En el curso de la historia, la familia tradicional garantizaba la identidad y la definición de los roles de sus miembros. El hombre, figura fuerte y de poder, era el representante de la familia en la esfera pública y tenía el rol de ser el proveedor y jefe de la casa. La mujer debía ocuparse de las cosas referentes a la casa y a la educación de los niños. Su rol estaba intrínsecamente ligado al ámbito particular y a la vida privada. A partir de las intensas transformaciones sociales, económicas y laborales, la mujer abandona la esfera privada y empieza participar del mercado de trabajo. Los divorcios que hasta entonces eran poco frecuentes, comienzan a aumentar y el impacto en la organización de la familia tradicional se hace muy visible. El modelo de la familia actual da espacio a un nuevo concepto llamado “familia igualitaria”, en la que el hombre se vuelve a la esfera privada con importantes funciones en la educación de los niños y las mujeres reciben el desfio de conciliar la participación en el mercado de trabajo con las obligaciones de la casa y de la maternidad. Un nuevo estándar conyugal y familiar reorganizó las familias, permitiendo una mayor presencia del padre dentro de la casa, con el consiguiente envolvimiento afectivo, y en el caso de las mujeres, la ampliación de los roles posibles. Actualmente, los hombres y las mujeres desean unirse bajo la justificación del amor y se separan por la falta de él, o aún, se unen con la idea de placer sexual diario y se separan por la frustración de ese ideal. Así, la cuestión afectiva y sexual pasa a justificar la familia y al mismo tiempo, a legitimar la separación cuando el amor y el sexo con la pareja no son más satisfactorios. Pero no siempre fue así, el sistema de valores está en constante transformación y lo que hoy consideramos natural, en el pasado era muy vergonzoso. Las transformaciones derivadas de los cambios de la familia tradicional a la familia igualitaria pueden representar una gran dificultad en la educación y en la imposición de límites a los hijos. La manera como los padres fueron educados en el pasado esta muy lejos de lo esperado en la educación
de los niños del siglo XXI. Es posible observar actualmente una dificultad en la integración de prácticas de educación en consonancia con el sistema de valores de los individuos, o sea, un constante conflicto entre los valores que fueron asimilados por los padres cuando eran todavía niños, con aquellos que han adquirido en el curso de la vida. A partir de ahí, podemos entender las prácticas por veces, contradictorias e incoherentes en la relación familiar, debido a la ausencia de referencias claras sobre la educación de los niños. Es posible observar actualmente una dificultad en la integración de prácticas de educación en consonancia con el sistema de valores de los individuos, o sea, un constante conflicto entre los valores que fueron asimilados por los padres cuando eran todavía niños, con aquellos que han adquirido en el curso de la vida. A partir de ahí, podemos entender las prácticas por veces, contradictorias e incoherentes en la relación familiar, debido a la ausencia de referencias claras sobre la educación de los niños. Además, el acceso a la información también trajo profundas repercusiones en las distintas generaciones, siendo, por lo tanto, de suma necesidad una discusión sobre el tema en los distintos sectores de la sociedad. Algunos dicen que la institución familiar está en crisis, sin embargo se puede percibir que las funciones básicas desempeñadas por ella siguen siendo las mismas. Al igual que en el pasado, la familia tiene la función básica de la continência, de la responsabilidad en el proceso de socialización y de educación, el establecimiento de límites, entre otros. La llamada crisis de la familia no es suficiente para amenazarla, la familia siempre será el primer grupo social de las personas, la célula inicial y principal de la sociedad y el núcleo de la organización humana.