Los 6 problemas de la familia
Falta de comunicación, de tiempo familiar y conflictos con el dinero son algunos problemas que el psiquiatra infantil Hernán Montenegro ha visto por años en su consulta. Para entregar sugerencias de prevención acaba de publicar el libro "Problemas de familia", en que afirma que ellas son capaces de solucionar sus roces. "Tenemos que empoderarlas", dice.
El desacuerdo en la forma de disciplinar a los hijos
Es una de las situaciones más frecuentes de conflicto entre los padres, y que a la vez impacta a los hijos, pues éstos se sienten culpables de ser la causa de las discusiones. Según Montenegro, lo que provoca el problema es el enfrentamiento de dos estilos de educar que no logran un punto intermedio. "La pareja, en vez de converger, van polarizando sus posiciones, un padre hacia la permisividad y el otro hacia el autoritarismo, y muchas veces lo hacen no porque están convencidos de que tiene que ser así, sino por compensación del otro".
"Múltiples factores influyen en la eficiencia de la autoridad parental y, ante todo, el acuerdo entre padre y madre en tres asuntos fundamentales: qué le vamos a permitir a nuestro hijo, qué no le vamos a permitir y qué haremoscuando nuestro hijo no me obedece".
La dificultad para negociar y definir roles entre la pareja
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Según el psiquiatra, entre los acuerdos que se necesita negociar están, por ejemplo, qué tiempo asignar a la relación padres–hijos y a la de pareja, y en qué orden; a qué hijo atender primero y por cuánto tiempo, etc. "La tarea es difícil, pero no imposible, y muchas veces genera conflictos debido a la lealtad primaria irracional con la familia de origen. Cada uno se incorpora a la familia con su mochila y dice a mí me educaron de esta manera entonces, yo replicaré este modelo porque estoy convencido de que es bueno".
Falta de comunicacion
A estas alturas, es casi un cliché hablar de falta de comunicación dentro de la familia, pero para el psiquiatra Hernán Montenegro es un problema real y extremadamente común. Y aclara que le interesa desmitificar el concepto, porque comunicarse no es lo mismo que conversar. "Hablamos para ser escuchados, pero lo que decimos y lo que escucha el otro es distinto, porque detrás está la interpretación. Muchas veces escuchamos lo que queremos escuchar, y eso bloquea la comunicación".
Plantea que algunas veces la familia es tan desligada que simplemente no hay espacios para comunicarse. "Cada uno vive su vida independiente sin hacerse demasiado caso. Los hijos tienen que caer en conductas disruptivas y riesgosas para que el sistema acuse recibo de que algo pasa".
Falta de tiempo familiar
A diferencia de los otros problemas, la falta de tiempo familiar no es reconocido por los miembros de la familia, y rara vez es motivo de consulta, "pero tiene enorme relevancia para la calidad de vida familiar". Lo que atenta contra ella es el estilo de vida actual, que implica largas jornadas laborales, "sin mencionar lo complicado que resulta para algunas personas obtener permisos para cuidar a un hijo enfermo. A esto se suma una sociedad marcada por el indivualismo. Diría que hoy el núcleo fundamental de la sociedad no es la familia, sino el individuo".
Según el psiquiatra, hay tiempos de convivencia familiar intransables, como la comida familiar. "No debería ser pospuesta, porque para estrechar los lazos con los hijos se necesitan espacios de interacción".
Manejo del dinero en la familia
Montenegro señala que relacionado con este tema se encuentra la necesidad de diseñar un proyecto de vida en donde se compatibilicen las expectativas y valores de los miembros. "Esto va a determinar la calidad de vida a qu puede aspirar la familia; supone explicitar las metas materiales que s pretende alcanzar, las posibilidades de ahorro, el barrio en que se desea vivir o el colegio al que se enviará a los hijos".
Problemas sexuales en la pareja
Si el tema de la sexualidad es tabú en la sociedad, Montenegro señala que lo es aún más al interior de la familia. "Por eso no es de extrañar que aunque es una forma privilegiada de comunicación, se transforme con tanta frecuencia en una fuente inagotable de conflictos".
Evidentemente los problemas en la pareja también repercuten en la familia: "Un conflicto en esta área trasciende y genera distanciamiento afectivo, frustración, penas y rabias, ya que la sensación de rechazo que se siente por parte del otro no es gratis para la armonía de los miembros".